domingo, 11 de mayo de 2008

El cachball de Sócrates


En mi lectura inacabable sobre creatividad en busca de completar el año de Doctorado, he descubierto una nueva técnica de creatividad que desconocía.

Se denomina “catchball” y ha sido desarrollada por los japoneses. Funciona de la siguiente manera: una de las personas del equipo da una idea y quien la recoge asume la responsabilidad de comprender, reflexionar y mejorarla. El colaborador que la ha recogido la expone de nuevo con sus matices y explica cómo la mejoraría; entonces otra persona debe tomarla y hacer lo mismo con ella. Así se va desarrollando un ciclo de mejora gradual de propuestas, problemas, objetivos, … dependiendo del uso que se le quiera dar. Una de las ventajas de la técnica es que al ser participativa desarrolla un sentimiento de propiedad compartida y de compromiso con la idea.


Lo más curioso de la técnica es que se remonta al método Socrático de la mayéutica. Y casualmente, el coaching se basa también en este tipo de diálogo. Es increíble y admirable la capacidad de los clásicos para seguir ofreciéndonos nuevas maneras de aplicar sus conocimientos a nuestro tiempo.
Fotos: archivo personal

martes, 6 de mayo de 2008

Algo más que RSE


La Responsabilidad Social de Empresas se entiende como la capacidad de las empresas de ir más allá de las obligaciones estrictamente jurídicas, invirtiendo más en el capital humano, en el entorno y en las relaciones con los interlocutores (definición del Libro Verde de la Unión Europea).

Dentro de la RSE, como dice la definición y para quien quiera creerlo, existe una pata que tiene que ver con el capital humano de la organización, es lo que se denomina Acción Social de Empresas, pero también incluye lo que conocemos por Recursos Humanos.

Lo que se viene haciendo en este campo, por lo que yo he podido ver, son programas definidos, diseñados e implementados desde la dirección (incluyo aquí el famoso modelo de gestión por competencias así como los exitosos días de voluntariado para empleados), lo que perpetua actuaciones paternalistas y jerárquicas por un lado, y baja identificación, responsabilidad y compromiso por el otro.

Me parece fundamental saber qué preocupa realmente de las actuaciones de la empresa antes de abordar cualquier acción hacía afuera (Acción Social de Empresas) o hacía adentro (Recursos Humanos) y que mejor manera de hacerlo que contando con la parte constitutiva de la empresa, las personas. A partir de aquí y una vez puestas sobre la mesa las demandas reales de la plantilla, se puede comenzar a diseñar, junto a las personas interesadas en participar, los mejores programas de RSE (y más) en materia de Capital Humano. ¿No es un camino más integrador, creativo y coherente?

¿Qué pasaría si empezásemos a trabajar en esta línea? ¿Qué nos está impidiendo hacerlo? ¿Quién lo está haciendo ya? ¿Qué les diferencia del resto?